La técnica de carrera



Un buen plan de entrenamiento nunca dará sus frutos sin una forma de correr eficiente y acorde con la estructura corporal.

Aunque en las clases de Educación Física no se hablaba nada de ello y siendo la carrera un soporte básico de todos los demás deportes bien como herramienta en su ejecución o como una forma de obtener un buen fondo y resistencia física, sin una buena técnica de carrera, unos movimientos del aparato locomotor efectivos y acordes a la intensidad del ejercicio, jamás llegaremos a cumplir nuestras metas por muy modestas que sean.
Quien entrene resistencia a la velocidad necesita un método muy concreto que le exige tener el cuerpo a punto en todo momento, economía en el ejercicio y una recuperación muscular rápida. Los que simplemente entrenan para sentirse bien o mantener el peso a raya dedicarán más tiempo al ejercicio que deberán hacer muy correctamente para no lesionarse.



La técnica de carrera simplemente es la forma de efectuar el movimiento del cuerpo durante la carrera de la forma más eficiente posible para que genere el menor gasto y esfuerzo. En ella están involucrados todos los músculos que participan en la carrera desde el cuello hasta los tobillos pero principalmente los de mayor movimiento: los brazos y las piernas. Ambas extremidades funcionan como palancas que nos impulsan paso a paso, unos nos dan impulso y equilibrio y las otras nos dan la potencia y la fuerza con la que nos desplazamos, pero estas últimas son las más importantes debido a los continuos golpes de los pies contra el suelo.



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A cada pisada, toda la pierna siente el impacto, la naturaleza nos ha adaptado para equilibrar cada uno de ellos sin hacernos daño con el paso del tiempo y si no utilizamos los apoyos correctos las lesiones de tobillo, rodilla o incluso de cadera por una mala pisada repetida varias miles de veces a lo largo de unas semanas acabará por ocasionarnos una lesión.



Para ello hay una serie de ejercicios que deben hacerse tras el calentamiento, después de calentar, tres días alternos por semana (por ejemplo los de rodaje largo) y en terreno blando pero firme como hierba o tierra compacta, son los llamados skippings o saltos. Su objetivo es que nuestro cerebro asimile que debemos APOYAR EL PIE CON LA PARTE DELANTERA, el metatarso, en vez de con el talón o en plano, porque esta es el modelo anatómico más adecuado a la fisiología humana.

El recorrido será de unos 50 metros ida y la vuelta la hacemos andando:
- Saltos levantando las rodillas hacia delante. (como un paso ligero militar)
- Saltos levantando los talones hasta tocar los glúteos y hacia delante.
- Saltos levantando las rodillas con desplazamiento hacia atrás. (paso ligero pero hacia atrás)
- Caminar extendiendo las piernas sin doblar y tocando la punta del pie con la mano contraria.
- Subir o bajar escaleras apoyando sólo las puntera del pie, como de puntillas.





















Con estos sencillos ejercicios ganaremos agilidad y economizaremos nuestros movimientos de carrera.

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